segunda-feira, 11 de novembro de 2013



Mi vida


por Facundo Cabral


La belleza dramática de Bolivia, la mujer que la continúa, las nueces, las uvas, el queso, la inteligencia de Borges, la inocencia de Teresa, la nieve en Suiza, el café en Buenos Aires, por supuesto.

Eliot, Rilke, los antiguos chinos, Florencia, Atenas, Toledo, la leña ardiendo en el invierno europeo y la carta de mi querida sudamericana.

Una nueva idea, una vieja amiga, la noruega donde descubro mi verdadera identidad, y el africano que me devuelve mi perdido y antiquísimo sonido, la mujer que ahora mismo descubro.

Todas las hermosuras del amor, el fuego, el bendito fuego, el sagrado fuego, la paz que tal vez sea fuego quieto el pez de donde vengo, la estrella donde voy.

Alguna copla en Granada, la primavera en París, una aventura en Sevilla, un gran amor en Madrid. Los beduinos y el misterio, Jerusalén y la luz, el desierto, los camellos y la nostalgia del sur, el sur, el sur.

Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencios y canción.

Un poema cada día, mi Venecia cada vez, Nazaret y Galilea y las huellas de Moisés. En el Jordán beber vino, en el mar muerto flotar. En Londres abrir los ojos y en Holanda la verdad, y el sol, y el mar.

Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencios y canción.

Las muchachas, las palomas, el caribe y el placer, las maravillas de Roma, la ternura de Belén. Teotihuacan, Macchu Picchu, Chagall, la leche y la miel. Los gitanos, la alegría, la libertad y la fe, la fe, la fe.

Mi vida, mi vida, el mundo y el color. Mi vida, mi vida, silencios y canción.



MI VIDA
FACUNDO CABRAL
LE CANTA AL PUEBLO (II)
FAIXA 06
1997