sexta-feira, 5 de agosto de 2011

 

DANIEL VIGLIETTI / MARIO BENEDETTI

a dos voces


Para el poeta salvadoreño
Roque Dalton




A Roque / Daltónica


Por Mario Benedetti

Llegaste temprano al buen humor
al amor cantado
al amor decantado

llegaste temprano
al ron fraterno
a las revoluciones



Por Daniel Viglietti

Pulgarcito de poeta
que se escapa y me cosquilla,
tan alegre, tan sin silla,
tan de amores torrenciales,
tan sin fin.

Alegría de una tierra
que se quita las fronteras,
se desnuda las caderas,
las volcánicas centrales
de la luz.


Cada vez que te arrancaban del mundo
no había calabozo que te viniera bien
asomabas el alma por entre los barrotes
y no bien los barrotes se aflojaban turbados
aprovechabas para librar el cuerpo
usabas la metáfora ganzúa
para abrir los cerrojos y los odios
con la urgencia inconsolable de quien quiere
regresar al asombro de los libres


Yo lo vi,
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.
El año 32 él no vivía
y yo lo vi
contando sus historias
de futuro, iba entre mil.
Yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.


le tenías ojeriza a la pureza
porque sabías cómo somos de impuros
cómo mezclamos sueños y vigilia
cómo nos pesan la razón y el riesgo
por suerte eras impuro
evadido de cárceles y cepos
no de responsabilidades y otros goces
impuro como un poeta
que eso eras
además de tantas otras cosas


Pobrecitos los poetas,
bendiciones son daltones,
donde hay huesos ven marrones
territorios prometidos
como un sol.

Tan bracito su poesía,
se levanta en los sensuales
laberintos marsupiales
y reparte polen rojo,
se abre en flor.


Ahora recorro tramo a tramo
nuestros muchos acuerdos
y también nuestros pocos desacuerdos
y siento que nos quedan diálogos inconclusos
recíprocas preguntas nunca dichas
malentendidos y bienentendidos
que no podremos barajar de nuevo
pero todo vuelve a adquirir su sentido
si recuerdo tus ojos de muchacho
que eran casi un abrazo casi un dogma


Yo lo vi,
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.
Era el año dos mil
ya él no vivía y yo lo vi
la muerte equivocada lo llevó
y él anda aqui
Yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.


El hecho es que llegaste
temprano al buen humor
al amor cantando
al amor decantado
al ron fraterno
a las revoluciones
pero sobre todo llegaste temprano
demasiado temprano
a una muerte que no era la tuya
y que a esta altura no sabrá que hacer
con
      tanta
             vida.
                   Mario Benedetti


Pulgarcito de poeta
que se escapa y me cosquilla,
tan alegre, tan sin silla,
tan de amores torrenciales,
tan sin fin.

Crece armado de esperanza,
desentierra lo perdido,
le hace un hijo de sonido
al silencio de ese pueblo
que es maestro de sus sueños
que se escapa y nos cosquilla,
tan sin miedo, tan sin silla,
tan amado, tan armado,
tan de todos, Salvador.
Daniel Viglietti




DANIEL VIGLIETTI / MARIO BENEDETTI
A DOS VOCES
EN VIVO
ESTADIO DE OBRAS SANITÁRIAS
BUENOS AIRES
ARGENTINA
12 DE ABRIL DE 1984